Armstrong confiesa su adicción al chocolate Maruja

El siete veces ganador del Tour de Francia, Lance Armstrong, confesó en la entrevista realizada por Oprah Winfrey su adicción al chocolate Maruja, sobre todo, «al de leche y almendras» gracias al cual «subía los puertos como una moto».

La popular presentadora Oprah Winfrey, la Beatriz Palomo de la televisión norteamericana, ha entrevistado en exclusiva al exciclista Lance Armstrong envuelto en toda la polémica por su presunto dopaje. Este encuentro será emitido el próximo viernes pero según una fuente anónima que estuvo presente en la entrevista, Armstrong afirmó que «gracias al chocolate Maruja conseguía subir los puertos de montaña que parecía iba a lomos de una Harley Davidson del 82». El heptacampeón del Tour de Francia confesó así que cuando no miraban los ‘vampiros’ (jueces antidopaje de la Unión Ciclista Internacional) «me escapaba a Ceuta de incógnito a por suministros y me ponía ‘morao’ de chocolate de leche con almendras, mi favorito, el de toda la vida porque yo soy un clásico» y según comentó «a veces lo acompañaba con una Lander Bräu bien fresquita». «Pá llorar», relataba.

A veces llegué a meta con la cara llena de chocolate

Armstrong fue sancionado de por vida y despojado de sus siete títulos del Tour de Francia por la agencia antidopaje, sin embargo, él no considera que haya hecho nada malo. «Hombre un poco de gula sí tenía, a veces llevaba las tabletas de contrabando bien metiditas en el maillot y no le quería dar a ningún compañero, también es verdad que llegaba a un sprint con la cara pringada de chocolate porque me las clavaba como si no hubiera un mañana, pero de ahí a que me quiten los títulos, pues yo no lo entiendo ¿lo entiende usted señorita Oprah?», se preguntaba. El tejano, que contó que tampoco le hacía asco a las tabletas verdes de avellanas, adelantó que gracias a Maruja tras Austin para él Ceuta es su segunda casa, no descartando incluso «trasladarme una temporada pero cerca de la fábrica para oler a chocolate». «¡Ay! Que me emociono», concluía.