De la mujer y el perfume

¿Qué dise Flequi? ¿Por echarse perfume na má ya son unas fornicadoras? Fite tú que fornicar yo siempre he pensao que é una empresa de alquilé de coche ¿Y eso quién la dicho?
– Yo que sé Manolito, un estudiante del Islam por lo visto…
– An un estudiante del Islam… ¿Y por dónde cae el instituto ese?
– Que no Manolito, que es un musulmán, son cosa de su religión.
– Yo es que siempre lo dicho, se lo digo a tó los niño: Hay que estudiá pá ingeniero, anque sea de camino, no hace farta que te esfuerce. Pero si uno estudia pá ingeniero aprende cosa útile, se te puede ocurrí una estupidé mú grande, pero si un día asierta po hases algo bueno pa la sosiedá. Si tú estudia una tontería también te va a equivocá, pero es que ensima si asierta pó tampoco vale pa ná.

Vorviendo a lo der perfume, que se me va la cabeza, no entiendo que malo puede tené que una mujé huela bien. Si cuando una mujé que es bella porque es mujé y ademá es bella porque lo é, pasa elegante y perfumá por tu vera, hay arguien en el cielo que coge el mando y pone en pausa ar mundo. Flequi que la historia de la mujé es mú larga, que tié más de treinta míl año por lo meno, que llevan mucho mile de año lanvándose la cabeza en el río y volviendo con el pelo suelto, atontándono, embelesándono, motivándono, creándono, cuidándono y escarmentándono, enseñándono…

Siendo mujé, que é el ser má bonito que hay ¿y ahora quiere este hombre que oculten lo que son? ¿Quiere que se avergüencen de portar la bellesa que es suya y les pertenese? La mujé existe desde mucho ante que la religione y desde mucho ante que este hombre y el instituto ande estudia. Y llevan mucho luchando por ti y por mi sin a veces mereserlo, y llevan mucho luchando por ellas. Yo metía a este hombre dos mese en un cuarto que oliera a meao gato, pá que saliera puro y en pá con dio.

¡¡¡Aaayy Maribé, que nadie te prohíba adornar el mundo!!!

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Manolito

Soy una persona humana como otra cualquiera, con sus virtudes y sus defectos. Estudié poco, trabajé menos y tras un percance que no viene al caso me concedieron la invalidez absoluta. Desde entonces dedico mi vida a dar clases de filosofía en el kiosko del barrio. Sin mas preámbulos

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