El Medinaceli libera a un feo

Un año más el Señor de Ceuta ha hecho una parada en la prisión de Los Rosales para liberar un preso, aunque en esta ocasión la novedad es que el recluso es muy feo y lo sabe, por eso ha salido sin capucha como prueba de su rehabilitación.

Bartolo I., ceutí de 39 años y feo desde pequeño, ha sido liberado como marca la tradición por el Cristo de Medinaceli en el sábado de pasión. Condenado por un delito contra la salud pública por preparar camperos con los pies, un Bartolo venido arriba recibió a toda la comitiva institucional a puerta gayola. Tras dar un par de pases de pecho a Juan Vivas, que no logró darle la mano, el exrecluso le ha bailado poseído por la emoción a Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Medinaceli) una adaptación de la saeta de Joan Manuel Serrat, ‘Cantar del pueblo andaluz’, estilo ‘gangnam style’. Preparada «con mucho cariño en las clases de bailar pegados de la cárcel», contaba.

Esta singular liberación no ha pasado desapercibida para los presentes, ni para el Cristo de Medinaceli. La imagen, que es obra de Fray Juan de la Concepción y data del siglo XVIII, no ha podido esconder su desconcierto y por primera vez en siglos ha torcido la mirada con aspecto de sorpresa a Bartolo ante el espectáculo montado en la puerta de la prisión. «Y por lo feo que es», aseguraba el hermano mayor de la cofradía que pide llamar a las cosas por su nombre. Según testigos presenciales, la gente se tapaba la cara al ver a Bartolo, sin poder esconder el miedo que producen los pelos que le salen de las orejas, e incluso, se ha escuchado por lo bajini como la propia madre del Medinaceli, María Santísima de los Dolores, le prevenía diciéndole «nene, cuidado con el pintas ese que tiene muy mala cara».