El Papa revela que el Espíritu Santo era una Pavana Septem

El culebrón del portal de Belén continúa. Tras el anuncio de Benedicto 16 de que en este momento clave de la religión católica no estaban ni el buey ni la mula, ahora el Papa revela que la paloma era una Pavana Septem «con muy mala leche».

Así lo cuenta el Papa en ‘La infancia de Jesús’, su último ‘biopic’ en el que se centra en su época en el instituto así como los años de universidad, con Erasmus en Ceuta, conocida entonces como Septem Frates. Según Benedicto XVI la figura del buey y la mula era sólo una cuestión de marketing. «En aquella época la agencia de publicidad que le trabajaba a San José en la carpintería, tras descartar gradas desmontables repletas de público, aseguró que se venderían muchas más reproducciones del Portal si se incluían dos simpáticos animales«, cuenta la obra literaria.

En el caso del Espíritu Santo, Benedicto XVI reconoce «un miedo histórico a decir que era pavana porque tienen muy mala prensa». Además, tal y como asegura «la Pavana Septem era de Ceuta, en concreto de la zona de Santa Catalina, tenía muy mala hostia e intentaba con sus excrementos hacer diana en la incipiente calva de José» -un hecho que se constata en la imagen de la noticia-. De esta forma desaparece de un plumazo la imagen de paz y concordia que transmitía dicho icono, siendo justo lo contrario. Según se cuenta fue «un poco kale borroka debido a su relación con las mafias de Marruecos, motivo por el que acabó desorientada en Belén».

El Papa, que ha desmentido que la pavana tuviera ninguna relación con ningún medio de comunicación, sí que ha confirmado que sus sucesores aún se encuentran en Ceuta. WikiCeuta ha hecho sus investigaciones y está en disposición de asegurar que Truji, imagen de Viajes Trujillo, forma parte de la trigésimo quinta generación de aquella pavana que tenía atemorizada a José y María. Consultada al respecto Truji ha afirmado que «mi abuelo siempre contaba batallitas en el bar, junto a una palomita, de la injusticia que se estaba cometiendo al no aparecer nosotros en el Portal de Belén» y avisado: «vamos a por todas y nuestros abogados ya trabajan en el caso».

Por último, el santo pontífice abre la posibilidad a reconocer que María y José no tenían luz en el portal, no por falta de recursos, sino por una más que previsible avería de la Empresa de Alumbrado. Y la tardanza en la llegada de los Reyes Magos se debió «al retraso del barco de Isnasa», lo que abre de nuevo la esperanza para la conclusión de la investigación del milagro de los 35 minutos.