Er día de la Costitusión

Manolito Lander Bräu and colegas (Dibujo: Vicente Álvarez)Hoy está tor mundo contento porque ayé fue er día de la Costitusión. Ya no é porque sea er día ese ni ná, sino porque es fiesta y se hase puente, que es lo que le gusta a le gente que trabaja y aprovecha esos día pa ir a su casita de Agesira o de Chiclana o pá pegarse cuatro día tocándose er carajo. Yo como estoy de baja permanente, po me suda toa la polla er día que sea, que me toco er carajo iguá porque tampoco me se ha perdío ná en Agesira ni en ningún lao más payá der cruse der Morro.

Ahora sa puesto de moda que cada día sea er día de argo: Er día del orgullo gay, er día internasioná de la lumbargia, er día de la lucha contra los gase de las lenteja… Y tó se selebra y se hacen astos, meno er día de Seuta que no es festivo. Yo voy a poné er día de la servesa, pero no se qué fecha puede vení bien, seguramente sea er día menos pensao.

Pero estabamo hablando de la Costitusión. A mi esa palabra me recuerda ar Jorgue, er chiquillo de mi primo Migué, que su madre siempre le dice que no está gordo, que es de costitusión fuerte. Er caso es que la Costitusión esa é un libro en donde se recogen un montón de artículo, que aunque nadie sabe mú bien quien lo ha escrito ni pa qué no podemo llevarle la contraria. Yo no he leío nunca er libro ese, pero pienso que iguá que a la Costitusión der 1812 se le puso ‘La Pepa’ por coinsidí con San José, a ésta se le tenía que habé llamao ‘La Macu’. Si fuera sio una mujé envede un libro cumpliría ya 35 año, tendría dos o tre chiquillo y estaría loca por cambiá su vida, sus cosa y sus contumbre, pero a ésta hay que dejarla como está por mú desfasá que esté.

Según la Costitusión España es indisoluble, por eso er Nescafé se fabrica a escondías, también según la Costitusión to los españole somo iguale ante la ley, a no ser que sea hija der Rey o yerno… Pero a mi tó eso me da iguá, yo lo único que quiero de la Costitusión es que se cumpla la Transitoria Quinta.

SEUTA COMUNIDÁ UTÓNOMA ¡¡YA!!

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Manolito

Soy una persona humana como otra cualquiera, con sus virtudes y sus defectos. Estudié poco, trabajé menos y tras un percance que no viene al caso me concedieron la invalidez absoluta. Desde entonces dedico mi vida a dar clases de filosofía en el kiosko del barrio. Sin mas preámbulos

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