Er silensio de los cordero

Ayé cojí una tajá tan gorda, que me prometí a mí mismo que a partí de hoy no iba a bebé má… Y hoy no he bebío má, he bebío lo mismo, y como yo cuando bebo me pongo a filosofá y me da por charlá, me lansé der tirón pá las Muralla Reale a buscá ar Flequi que lan llamao pa ‘trabajá’ allí de vigilante der Plan de Empleo. Aparqué er Vespino y entré. Er Flequi me se acercó asín un poquito como molesto por mi presencia y me dijo: «O Manolinho, que você está fazendo aquí» yo lo miré, me vorví, lo miré, me volví… Le pregunté si se venía a tomá unas latita y me contestó: «Não Manolinho, muito obligado». Le pregunté respesto a su estraño lenguaje y me comentó que era pá fundirse con aquellas muralla y sentirse más sercano a la labó que realizaba de suma importancia. Yo mientras él me daba su esplicasión, como me importaba una polla, me marché caminando hasia atrá hasta arrancar er Vespino y salí de allí pensando en que tan obrigado no iba, sólo llevaba una camisa seleste y un chaleco floresente… A mí me iba a engañá, vamo.

Totá que sirculando con el amotillo por Seuta, subiendo er Serrallo lo ví, entre desena de cordero de su misma espesie. Vorví la vista hacia atrá y nos crusamo las mirada, fueron escaso segundo, pero supe que iba a morí. Su cara, su tristesa, su silensio presagiaba lo peó. Me detuve a su lao y nos oservamo, incluso estuve tentao de besarlo o hacerle el amó por úrtima vé ¿Voy a buscá ayuda? Le pregunté y él me contestó: «Beee, beee». Sin pensarlo fui a por unas tenasa pa cortá el alambre que lo enserraba frente a su particulá corredó de la muerte. Lo hise, lo liberé y nos abrasamo los do. Subió de paquete en el amoto, notaba como se apretaba contra mí en los frenaso, cosa que no me disgustaba der tó y sentía su caló mientra le cantiñeaba aquella copla der Serguio Darmatán que desía: «Balar pegados no es balar… Es como estar balando solo» y ér me se emosionaba.

Er problema viene ahora, resurta que er cordero no usa er WC y lo tiene tó perdío de mojonsito chico y mi mare es mú escrupulosa pa eso. Esta mañana lo he mirao y no he notao ya ese fuego entre nosotros. Lo he pensao, y pa mí que lo voy a matá y me voy a hinchá pinchito.

¡¡FELÍ FIESTA DER BORREGO!!