Estoy mú liao

Ando un poco liao úrtimamente. Como tó los año ya están los chavale de la chirigota der barrio rondando siempre por aquí por er carrillo. Que si «¿Manolito de que salimo?», que si «¿Qué te parese este pasodoble?», que si «Manolito escribenó un cuplé…», no es que yo sepa mucho de carnavale tampoco, sé lo mismo que pué sabé un odonero medio, pero los chavea confían en mi, saben que yo estoy siempre relacionao con la gente de la calle y que mi curtura callejera gusta mucho ar pueblo en generá, y yo, como no sé desí que no, y meno pá ayudá a los chavale der barrio, po ahí ando tor día estresao bebiéndome las servesas de un buche y sin tiempo pa ná.

Mira que se lo digo, que yo tengo mis que hasere, que tengo que hasé mis cosa par WikiSeuta. Y tengo que cuidá ar Flequi pá que no haga tontería, y esto me lleva mucho tiempo, que er Flequi piensa tres cosas y cuatro son tonterías… Pero nada no hay manera que lo entiendan. Lo peó es que yo los conozco, a mi me meten prisa pero ellos ensayan na má que un día a la semana, y ensima ese día es el vierne y no te vea la fiesta que se montan, eso de ensayá é un desí porque yo he estao en arguno y eso é un cachondeo, casi no cantan porque siempre tienen la boca llena los gordo estos.

Pero bueno, la verdá es que cuando se ponen (que suele sé allá por enero) tienen mucho arte los cabrone esto, y es que claro llevan en esto desde niño, y lo tienen controlao, no así el peso, que son ellos los que joden la estadística de éxito del Naturjaus. Ya les he hecho un par de pasodoble, la verdá que es el mismo pasodoble que le hago tó los años pero le cambio las cosa de sitio y naide se da cuenta. Os cuento esto pa que no me metái mucha bulla tampoco ¿vale? Y pa que sepái que ya les he dao el nombre, y pal año que viene la chirigota der barrio se llamará: ‘Aquí sale Tokiski’.

¡¡Vamo parriba chavale!!

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Manolito

Soy una persona humana como otra cualquiera, con sus virtudes y sus defectos. Estudié poco, trabajé menos y tras un percance que no viene al caso me concedieron la invalidez absoluta. Desde entonces dedico mi vida a dar clases de filosofía en el kiosko del barrio. Sin mas preámbulos

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