Iker Jiménez estudiará el misterio de los funcionarios desaparecidos de 11 a 12

El sorprendente y enigmático caso ¿de la desaparición, abducción, volatilización…? de funcionarios entre las 11 y las 12 del mediodía, en algunos casos incluso hasta las 13 horas, será el tema principal de la próxima entrega de ‘Cuarto Milenio’.

El espacio líder en enigmas de Iker Jiménez, sólo superado por ‘Hablemos de salud’ de Alfredo Izquierdo, ha pasado varios días de visita en la administración pública de Ceuta, en algunos casos con cita previa, lo que le ha llevado a una «de las intrigas más sorprendentes a las que jamás nos hemos enfrentado en la nave del misterio». «Ya fueran las oficinas del IPSI, el registro o EMVICESA, no se percibe vida humana alguna en esa franja horaria pero existen indicios de que allí, antes del desayuno, hubo algo», relata con la emoción propia de un misterio de tal calibre.

Iker Jiménez y su equipo han utilizado sensores de calor y hasta han realizado una sesión de güija, para verificar la existencia de vida en dependencias municipales. Según Jiménez, el olor a pescado fresco a partir de las 12:30, rape, pez espada, gambas y otros crustáceos, y la primera aparición de humanos hace pensar que quizás de 11 a 12 se pudo producir una enigmática transportación del IPSI al mercado central. El aroma a tostadas, zurrapa, churros con chocolate y tabaco son síntomas evidentes de un opulento desayuno con sobremesa, «lo que quizás podría ser una explicación a tal desolación en dichas horas», comenta Jiménez sobre este enigma sin resolver.

«Aparte de un aburrido vigilante de seguridad y una tele encendida, el silencio sepulcral es aterrador, sólo interrumpido por el rugir de los ordenadores, que una vez dieron un servicio al ciudadano», cuenta con fascinación Iker Jiménez. Según el conductor de ‘Cuarto Milenio’, hemos recabado decenas de desgarradores testimonios de personas que tuvieron que pedir un día de asuntos propios para resolver, sin éxito, un trámite burocrático y al llegar a estos lugares misteriosos entran en estado de shock ante tan dantescas escenas propias de una película apocalíptica. Además, «todos coinciden en la sensación de una presencia cercana y hasta cuerpos translúcidos en los despachos, ¿algún jefe que escondido quizás ante la duda del qué hacer?», se pregunta.