«En realidad los 12 millones no son de euros sino de basura», ha explicado el presidente Juan Vivas tras hacerse público un informe en el que se reconoce que Urbaser «no limpiaba las calles sino más bien escondía la mierda debajo de las aceras».
El Gobierno de la Ciudad ha desmentido con rotundidad que haya pagado 12,5 millones de euros a Urbaser sin hacer factura, «nosotros no somos de soltar dinero así como así, al menos este último año porque la cosa está tiesa», afirmaba el presidente del ejecutivo caballa. En realidad lo que ha ocurrido, siempre según la versión de Juan Vivas, es que alguien «en un despiste tiró a la basura 12 millones de euros» o se trata de un malentendido en un informe interno en el que se afirma que Urbaser «no limpiaba las calles, escondía la basura bajo las aceras». El informe aludido contabiliza en más de diez millones de kilos de mierda escondida por dicha empresa. «Ya decía yo que mi Ceuta estaba cada día más alta o yo menguaba», comentaba a modo de chanza.
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Por este motivo, Vivas ha anunciado que reclamará a la antigua concesionaria de la limpieza «el peso de la basura que nos dejaron pero en chocolate para intentar venirme arriba porque últimamente me dan muchos disgustos y voy a acabar haciendo un Pantojazo», comentaba al borde del desmayo. Aunque fuentes del ejecutivo han confirmado a WikiCeuta que todo se arreglará «gracias a un clásico dame lo mío y toma lo tuyo», es decir, «nos cae otra escoba de plata y les devolvemos los recogedores que les tenemos retenides en el puerto y caso arreglado». «Todo el mundo a su casa y Carracao a Algeciras», matizaban dichas fuentes.
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Sin embargo, el PSOE no ve nada claro «en esta gran bolsa de basura llamada gobierno», decía un José Antonio Carracao que ha reconocido saberse de carrerilla hasta la tabla del siete y aún así afirma que no le salen las cuentas ni con calculadora, por lo que acudirá a Don Limpio «para que redacte un informe independiente». Ante estas amenazas, el terror de los niños de Ceuta por delante del Lobo Feroz, Emilio Carreira, convocó una rueda de prensa equipado con la última tecnología militar en cuestión de dialéctica para avisar al líder socialista que «a la próxima te quito el bocadillo ‘flequillos'». Una clara advertencia de que pueden llegar a las manos en el patio ya que le recomendó «cerrar el pico, a la ‘next carracada’ te ato los cordones muy fuertes y con doble nudo». «Y como vuelva a decir otra tontería de Juan», advertía con espuma en la comisura de los labios, «contestamos con un siempre contundente rebota, rebota, tu culo explota, que nunca falla», concluyó.
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