Con el calor llega un clásico veraniego como los apagones, que dan a Ceuta ese toque medieval, que un ilusionado MacGyver intentará evitar aunque «analizando el gazpacho de cables sueltos es el mayor reto de toda mi carrera», contaba.
La primera valoración de un técnico de la Empresa de Alumbrado tras el apagón del sábado fue «esto no lo arregla ni MacGyver». Acto seguido, y atraídos por la genial idea del Paco, la compañía contactó con el espía de la Fundación Phoenix para cerrar su fichaje. De esta forma «se intentará que con la llegada del verano los apagones no sean diarios, aunque con un par a la semana no perdemos la tradición». Nada más pisar Ceuta, MacGyver confesó que «de normal un cortauñas y un clip son suficientes» pero tras conocer de primera mano las instalaciones, «que datan del siglo XVI, con una clara reminiscencia del periodo Barroco más oscuro y alocado, me veo obligado a usar una caja de herramientas enterita así como la navaja suiza multiusos».
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Por otro lado, la Empresa de Alumbrado ha hecho público un comunicado en el que analizan las posibles consecuencias del apagón del sábado. Según las primeras hipótesis, y tras ir a trabajar hoy todos los consejeros y asesores del Gobierno de Ceuta, se descarta que el culpable fuera un animal de dos patas, no rechazando la opción de uno de cuatro «que metiera los dedos en donde ponemos carteles que dicen claramente ‘no tocar que da corriente’. No sabrán leer», matizan. No obstante, la distribuidora de energía y Endesa coinciden al asegurar que las sospechas señalan «a un duende borracho que miccionaría en un empalme que había sobre otro empalme». «El puto ‘trabubu’ la lió», apostilla el comunicado, eximiendo así (una vez más) a ambas empresas.
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