La Guardia Civil busca a un contribuyente desaparecido en el Auditorio del Revellín

La Guardia Civil busca a un contribuyente desaparecido en el Auditorio del Revellín

«Esto es grande de cojones», asegura el sargento Narices encargado de dirigir la operación de rescate del joven Surinder. «Lleva 32 horas desaparecido, la novia ya se ha buscado a otro y la declaración le salía a pagar tela. Yo no volvía», concluye.

El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil ha desplegado en el Auditorio del Revellín un dispositivo especial para localizar a Surinder, un joven ceutí de 32 años que el pasado martes entró en la Manzana para hacer la declaración de la Renta de 2012 «y todavía no ha salido del laberinto», reconoce su madre. «Es verdad que él es un chico muy despistado» asegura preocupada, «pero de poco salir y cuando lo hace vuelve pronto, no llega ni a pisar el Impacto, con lo que le gusta llama para encargar y eso que vivimos encima», cuenta preocupada.

Sobrevivirá si muerde el hormigón al estar enriquecido

En las primeras 12 horas de trabajo, el GREIM tan solo ha sido capaz de peinar el 10 % de las profundidades del Auditorio, «esto es grande de cojones, un lío de pelotas con tanto pasillo. Y feo otro rato», afirma en este sentido Narices. Por esta razón, se teme que el rescate pueda alargarse meses, «Surinder, si nos estás oyendo podrás sobrevivir chupando el agua que brota de la humedad de las paredes, y mordisqueando el hormigón, que según Álvaro Siza está enriquecido», gritan los agentes mientras lo buscan. Sin embargo, el sargento de la Guardia Civil apuesta porque la desaparición es fingida: «Lleva 32 horas desaparecido, cinco años en la lista de espera de las Brigadas Verdes, la novia ya se ha buscado a otro y encima la declaración le salía a pagar porque fue dos meses autónomo. Yo tampoco volvería, hazme caso que tengo olfato», matiza.

El operativo de emergencia está compuesto por 10 agentes aunque se han pedido otros 20 de refuerzo. Todos ellos especializados en rescates en alta montaña con experiencia en sitios con cuestas como Ceuta, «una vez socorrimos a un joven que dispuesto a lanzar piedras se subió a una montaña de desperdicios de una obra y por lo visto tenía vértigo, se quedó paralizado, no podía moverse. Fue dramático». El grupo lo cierra un gato «con una capacidad increíble de orientación» y que los agentes siguen, «pero como el ‘joputa’ sale corriendo porque cree que la Manzana es en realidad un gran arenero, así que seguimos el ruído del cascabel. Por cierto, te manda saludos Carracao«, explica el jefe de la operación.

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Paco Cazón

Periodista de vocación y enamorado de la fauna caballa, llegó a Ceuta a pronta edad para vender turrones en la feria. Tras estudiar periodismo en Tetuán, durante siete años, trabajó en radio, prensa y televisión hasta convertirse en uno de los responsables de WC

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