Márquez recomienda la dieta del cucurucho, «trabajar poco y ganar mucho»

El congresista Francisco Márquez explica sus dietas favoritas, destacando además de la del cucurucho, las excelencias de la ‘teledieta’, la dieta por (no)acudir a los plenos, ya que «te oxigena la sangre y la cuenta corriente sin apenas esfuerzo».

El diputado por Ceuta, Francisco Márquez, ha querido salir al paso de las críticas recibidas los últimos días sobre sus dietas asegurando que tras «probarlas todas a mi la que mejor me va es la del cucurucho». Márquez, que recordaba dando consejos saludables al Manuel Torreiglesias de los mejores tiempos de ‘Saber Vivir’, aprovechaba la rueda de prensa para recomendar las bondades de la dieta del cucurucho argumentando que es la más sana y equilibrada para «trabajar poco y ganar mucho». Preguntado sobre otras alternativas confesó que «un tiempo estuve con la de la alcachofa pero soy de estómago ‘delicadito’ y no había forma de hacer un Omar«.

Según palabras del congresista «yo las pruebo todas, la de alojamiento, la de desplazamiento, también la que hay para comprar yogures bifidus, aquella otra para el menú del congreso a 3 euros, la dieta para ir a la peluquería, la dieta de la dieta, la dieta para la bolsa de Doritos y la de los mojitos». Sin embargo, un sincero Márquez confesó que «una de mis dietas favoritas es la dieta del Pleno», conocida también como la ‘teledieta’. Tal y como explicaba «es un complemento de la del cucurucho» porque a ser a distancia «te oxigena la sangre y la cuenta corriente, ni apareces por Ceuta pero cuando comienza el pleno de repente me llega un aviso al Phone y suena clinc, clinc«.

Fundación de Ayuda y Manutención al Diputado Paco

Por otro lado, un Francisco Márquez ya más serio aprovechó su comparecencia pública para anunciar el nacimiento de la FAMDP (Fundación de Ayuda y Manutención al Diputado Paco). Según explicó nace con el objetivo de que «los ceutíes arrimen un poco el hombro y ayuden a su diputado -es decir, a él- a llegar a fin de mes». «La vida en la capital es costosa y cenar todas las noches fuera de casa es un perraje», contaba. Un Márquez sensiblemente emocionado solicitaba así ayuda de forma desesperada a los caballas para «sobrevivir con dignidad y poder pagar alguna de las siete hipotecas» porque a este ritmo «acabo durmiendo en un cajero y cenando en McDonald’s».