Qué bomba de feria

Me bebí dié o dose servesa má de la cuenta er jueve, mientra los helicotero sobrevolaban la siudá. Yo en er carrillo sentía una parpitasión mú rara, argo no andaba bien, me sentía incómodo y quería salí de allí cuanto ante. Me encontré fuera de lugá, como Lusía Echevarria en er campamento… Hasta que arguien confirmó mis sospecha. Había rumore de que había una amenasa de bomba en la feria. Pensé que quisá ar Jaramillo le había dao por traese ar King África, pero a ese hombre con tá de no invitarlo a comé no lo contrata nadie ya.

Y allí me salió la vena patriota, ya que en mi juventú había sio poli (politoxicómano) pensé que podía poné mi conocimiento y esperensia ar servisio de la siudadanía. Sopesé la situación, los pro y los contra, y me se vinieron a la cabesa las pija con bota campera, mantón a la sintura y fló, bailando sevillana con mas malaje que un teletabi, los patillita ancha disfrasao de ‘miarma’ que se creen que están en la feria de abrí, la niña que te quiere vende por cojone er paquete chicle, er pograma de la feria der Teleseuta, y pensé: ¡¡ira, qué reviente!! Pero ar desí Teleseuta se me representó la imagen de mi Beatrí y no pude resistirlo. Me planté allí, oservé er dispositivo desplegao, analisé la situación y me aserqué a un munisipá que paresía un maderman y le dije:

– Señó agente, ¿Qué ha ocurrío?
– Er maderman se hiso er tonto (o no) y sólo emitió un gruñío.

Tenía que astúa sólo y me planté delante de la puerta de la feria, noté que er tripi que me comí en el 85 me empesaba a hasé efesto ahora ar ve cuatro dragoné en lo arto. Sospeché de tor mundo, sentí que había polisía de incósnito por tos lao, uno de ello iba vestío de china vendiendo flore, lo supe ar vé como miraba, en er puesto de las escopeta der vino durse se plantaron cuatro francotiradore que asertaron tó los tiro, se hincharón de mansanilla y ensima le pusieron asituna. En los coche choque hubo una persecución en la pista, pero los dos polisía no pudieron darle caza a los chavale que se dieron a la fuga en lo arto un camello de las carrera ar grito de «avanti tutti, a tutti jorobi».

Hubo quien quiso abortá la misión, como un hombre que desía:

– Ese de allí es mi primo, es policía secreta.
– En ese momento pasó a sé policía na má… Pero grasia a mi presencia en er resinto feriá la situación estuvo dentro de la normalidá mas normá y no hubo esplotío ni ná.

Ahora, las cosa como son, tampoco se pué desí que la feria haiga sio un bombaso ni mucho meno. (fin de la cita)

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Manolito

Soy una persona humana como otra cualquiera, con sus virtudes y sus defectos. Estudié poco, trabajé menos y tras un percance que no viene al caso me concedieron la invalidez absoluta. Desde entonces dedico mi vida a dar clases de filosofía en el kiosko del barrio. Sin mas preámbulos

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