«¿Qué eso era un político?», se preguntan los barrenderos, «cualquiera lo diría, en el Senado nadie lo conocía, por eso nos lo llevamos».
El senador por Ceuta más productivo de su historia, José Luis Sastre, ha protagonizado una de las historias más rocambolescas de la huelga de basura de Madrid, «para una vez que voy al trabajo casi no lo cuento», reconoce todavía asustado. Según el relato del propio Sastre acudió a la Cámara alta para participar en la primera edición de la carrera ‘Estampida en el Senado’, «Márquez me dijo que ganó la del Congreso y que se podían dar codazos a los rojos», explica el senador. Sin embargo, lo que iba a ser una jornada deportiva «se convirtió en mi peor pesadilla, mucho peor que si me hubieran entrado ganas de trabajar o regresar de nuevo al PSOE».
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El pasado viernes José Luis Sastre llegó bien temprano a las inmediaciones del Senado «y como era mi primera vez en Madrid andaba ensimismado mirando a los edificios y cuando me di cuenta estaba en medio de un mar de basuras. Acostumbrado a pisar mierdas en Ceuta no me di cuenta». Entonces llamó a su compañero, el diputado Márquez, quien supuestamente le indicó que no se moviera ni hablara con nadie hasta su llegada «para evitar los ataques de los piquetes. Y eso hice, quedarme como cuando preguntan en el partido dónde está, o qué hace el senador. Jijijijijiji, me quedo como una estatua y nadie me ve», explica orgulloso.
Pero su capacidad para pasar desapercibido le jugó una mala pasada. El viernes por la noche el Ayuntamiento de Madrid retomó el servicio de recogida de basuras tras más de diez días en huelga, y empezó por los puntos neurálgicos de la capital, Senado incluido. Los barrenderos que limpiaron la zona han confirmado a WikiCeuta que allí encontraron «una especie de mueble viejo con forma de persona, con cara de penica, por eso intentamos devolverlo al Senado pero nos dijeron que la estatua no era suya, que nos la lleváramos». De esta forma Sastre ha pasado las últimas 48 horas en un basurero de la capital, de donde ha sido rescatado después de que se echara a llorar y empezara a preguntar «sin parar, por un tal Juan», aseguran fuentes municipales madrileñas. Ya se encuentra en Ceuta, con su familia, y anuncia que no volverá a Madrid «en mucho tiempo».
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