Sastre niega su participación en el ‘atraco a las tres’

El candidato del PP al Senado, José Luis Sastre, ha negado un pasado delictivo del que le acusa Aróstegui: «Yo nunca he participado en ningún atraco, y menos a las tres de la tarde, soy funcionario». Pero sí ha confirmado cameos con Esteso.

Era una sospecha «fundada» en los mentideros políticos de Ceuta que el candidato al Senado por el Partido Popular, José Luis Sastre, «no es trigo limpio». Aunque el motivo no era tan claro, unos aseguraban que «su verdadera profesión es la de animador de despedidas de solteras», otros que «Sastre, en verdad, es muy de Mizzian», y la versión más extendida y denunciada por Juan Luis Aróstegui: «el candidato popular ha participado en un famoso atraco a un banco».

WikiCeuta ha preguntado al PP por estas acusaciones vertidas por el inmortal político de Caballas en el día de ayer en una rueda de prensa junto a su número dos, Mohamed Alí, y el candidato al Congreso, Mohamed Mustafa. Aunque desde dicha formación tan solo se facilitó el impreso ‘qué hay de lo mío’. Posteriormente, y tras arduas gestiones, el propio Sastre aceptó atender a este medio, negando en voz muy bajita «todas las acusaciones». Negativa que se ha parado a explicar, también en voz tenue. «¿Animador de despedidas de solteras? Sólo me veo capaz en la de la Cohen«. En relación a su opción política asegura tajante, en voz aterciopelada, «yo de siempre ha sido del PP, vamos, del Paso a Paso».

Por último, Sastre ha negado un pasado delictivo, afirmando en voz sutil: «Yo nunca he participado en ningún atraco, y menos a las tres de la tarde por mi compleja situación de funcionario«. Sin embargo, Sastre ha reconocido su amistad con Fernando Esteso, así como cameos esporádicos en algunas de sus películas como ‘Pepito Piscinas’, ‘Los bingueros’, ‘El cura ya tiene hijo’ o ‘Queremos un hijo tuyo’, entre muchas otras. Además de reconocer ser coautor del famoso hit de finales de los setenta ‘La Ramona, la pechugona’, «aquellos sí eran años felices», concluía un Sastre invadido por la emoción de los recuerdos de su etapa juvenil más rebelde.