Trace desmiente que Ceuta esté más sucia, «es arte urbano»

«Donde una persona insensible ve sólo basura acumulada y maloliente, yo veo arte», relataba profundamente emocionado un especialista de Trace.

«¿Más mierda en las calles? No hombre, es ‘street art’ de toda la vida, del bueno, disfrutémoslo», defiende Trace ante las continuas críticas de los partidos de la oposición. Desde la concesionaria de la limpieza aseguran que «quien critica no tiene ni una mijita de sensibilidad artística». Según explican, «estamos de enhorabuena, ahora más que nunca contamos en la ciudad con un ‘boom’ de obras de un grupo muy heterogéneo de creadores de arte, algunos con una vena más gamberra que otros, pero tú sabes, los artistas tienen ese toque alternativo y a veces un poco cochino», relatan a la vez que defienden su protección.

Pavanas, ratas e insectos son un público muy fiel de este tipo de arte

En estos momentos se puede encontrar un amplio catálogo de creaciones con técnicas muy depuradas como la caca de perro en modo manga pastelera o la estructura de varios pisos tipo tarta de boda, un estilo muy arraigado «y que da pena quitarla». Igualmente, defienden por su capacidad de calar en el espectador el intenso olor a pis de algunas calles y los grafitis realizados con la misma orina, con claras reminiscencias a Banksy. Otro clásico en ciertas zonas que reclaman más contenedores son la cantidad de bolsas de plástico que se acumulan, «símbolo de libertad y consumismo», puntualizan con profunda emoción porque «¿se puede ser más natural?», se preguntan retóricamente.

Contamos en definitiva, según Trace, con un potente patrimonio de arte callejero que encima potencia el turismo, en concreto el animal, afirman desde la empresa, que baraja solicitar el enésimo aumento de presupuesto para poder llevar el ‘street art’ caballa a próximas ediciones de ARCO. Ya que sostienen algunas obras cuentan incluso con profundos mensajes «porque cartones, restos de coches o muebles no están arrojados al tún-tún, tienen una carga, en ocasiones tan profunda que no es raro ver a algún trabajador echándose un cigarro totalmente absorto intentando asimilar lo que ve».