Un vigilante «controlará» la ‘Mujer Muerta’, por si resucita

AMGEVICESA, siguiendo la nueva política de controlar cosas, vigilará «muy de cerca» a la ‘Mujer Muerta’ por si resucita o algo peor, «se levanta y se da a la fuga sin pagar impuestos», ha declarado Antonio Díaz, gerente de dicha sociedad municipal.

El ejecutivo de Juan Vivas ha emprendido una nueva estrategia que consiste en vigilar cosas, según afirman, «para estar entretenidos». Si la semana pasada se anunció que se «controlarían» las señales viales del Príncipe Alfonso, conocidas por su amplio historial delictivo, ahora el objeto de vigilancia será la mismísima ‘Mujer Muerta’. Fuentes próximas al gobierno cuentan que «algún miembro (no ebrio) del mismo la ha visto moverse alguna vez», por lo que se sospecha que en realidad se esté haciendo la muerta. Una posibilidad, aseguran, que podría deberse por una deuda pendiente de su época de trabajadora autónoma al no haber abonado varias declaraciones de IPSI.

Los encargados de ponerle cerco a la también conocida como Jbel Musa será AMGEVICESA, empresa municipal especializada en vigilantes improvisados, control de aparcamientos y mudanzas de oficinas de gerentes. También se barajó la opción de destinar a los trabajadores de seguridad del Plan de Empleo del Mercado Central pero se descartó por miedo a que le sustrajeran la cartera a la ‘Mujer Muerta’. No obstante, Antonio Díaz, heladero frustrado y gerente de dicha sociedad, ha declarado que «nuestro vigilante, con experiencia en tácticas militares al haber hecho la mili, ya la vigila de cerca y tiene orden de no quitarle ojo de encima por si en un despiste sale corriendo».

Este medio ha vivido en directo el trabajo desempeñado por Paco, guarda de seguridad con años de experiencia en vigilancias de riesgo, como el ascensor de la playa de la Ribera, así como de objetos inanimados durante los Plenos de la Asamblea. Mirando de reojo en todo momento a la ‘Mujer Muerta’, afirma que se enfrenta «a su mayor reto profesional». «Lo más duro es ir al baño, lo hago detrás de una piedra pero con medio cuerpo fuera por si se mueve», cuenta. De hecho, en mitad de la entrevista solicita silencio, «ha guiñado un ojo, ¿lo habéis visto?», pregunta de forma retórica.