Una de las misiones del GTA 5 será coger el Acciona en hora

Cinco años después de la última entrega llega ‘Grand Theft Auto V’, que incluye escenarios, misiones, tiroteos, venganzas y hasta personajes de Ceuta.

Uno de sus desarrolladores de RockStar Games es Paquito Sempere, natural de Ceuta, del barrio de la Pantera. Este medio ha contactado con este caballa afincado en Nueva York quien ha reconocido que esta nueva versión del ‘GTA’ «rinde un cálido homenaje a su tierra, en concreto «a la gran vida delictiva de la ciudad». Escenarios como el Poblado Marinero en hora punta de violencia, tramas mafiosas, contratos opacos de basura o tiroteos en pleno centro son sólo algunos de los guiños a Ceuta.

Según los primeros análisis de los gamers más expertos, sin duda una de las misiones que hasta la fecha está resultando más compleja es la de coger el barco de Acciona y hacer que no salga con retraso. «Pasé muchas horas cagándome en todo lo cagable al coger el barco por lo que toda la rabia contenida la he centrado en esta misión», cuenta Sempere. Para ello, Michael, Brad o Trevor, los protagonistas del videojuego tendrán que coger el barco del medio día y hacer que lo haga en hora. Escopetas, ametralladoras, granadas, lanzallamas y hasta un tanque son sólo algunos de las ‘armas’ de persuasión para convencer al capitán de que por un día hay que iniciar la ruta sin los habituales 30 minutos de retraso. «Normalmente los jugadores, desesperados acaban hundiendo el barco», relata el autor de esta controvertida parte del viodeojuego.

Pero robos, asesinatos o persecuciones no coparán todo el protagonismo de este ‘GTA’. Según Sempere otro homenaje a Ceuta es que sus protagonista tendrán que enrolarse y salir de patrulla con la UIR, cuerpo de élite de la Policía Local, para multar y recaudar para pagar condenas a los compañeros. Igualmente, hemos querido volver a su protagonista más humano por lo que «otra misión (también autobiográfica) no menos interesantes y con riesgo será ir a la oficina de registro para realizar un trámite burocrático». «Y sin armas, que es donde está el mérito», cuenta.